16 de noviembre de 2009

La orilla que se abisma

Los amores cobardes no llegan a amores, dice Silvio. Y estoy de acuerdo. El amor para ser tiene que realmente ser; los amagues, el histeriqueo, el tire y afloje no es amor ni lleva a él. Es cierto que en algún momento son divertidos, pero solo un momento.
El amor no puede ni debería ser un adivinarte todo el tiempo.Ni yo ni nadie puede soportar un misterio total, que ocupe todo el tiempo y espacio que tenemos. Necesitamos una bahia, un remanso dentro de lo que no sabemos. Lo que no sé termina por ahogarme si lo dejo, si no abro un lugar a fuerza de conocer.
Es cierto lo que dice Popper acerca de que los límites de la ignorancia son más amplios que los de nuestro conocimiento, que nunca terminamos de conocer, que del no saber surge todo saber. Pero basta. Será que no sirvo para el amor, será que no nos encontramos en este gran universo desincronizado, será que no me quedan más excusas, no me quedan más puentes que tenderte. Todos los modos, canales y posibilidades han sido propuestos, todos y cada uno de ellos están a nuestra disposición si los queremos, si los buscamos.
Y ahi está el problema, yo ya tengo los materiales listos pero no encuentro tu orilla...y es imposible construir un puente que una ésta que soy con ese que no sé si sos o éstas o...

0 perdidos:

Publicar un comentario