16 de junio de 2011

La distancia es un  bicho jodido. Incentiva la imaginación y no deja ver lo que nació para ser sentido.
Es un hecho: YO...
...soy absolutamente feliz con el fotógrafo; es todo eso que me gusta (inclusive lo que no sabía, o no me animaba). Con él soy exactamente la que he sido  transformandome -quizás- en ésa que quiero ser. Me siento libre de ser, sentir, decir, bailar y cantar sin buscar el acorde. Hasta las peleas * varias me confirman de que quiero ésto que es, éste que es, ésta que voy siendo.
Es un hecho: ÉL...
...se ve feliz, tiene mil detalles y gestos que lo demuestran, continuas pequeñas exclamaciones a viva voz de "lo mucho que me extraña" y las "ansias de fin de semana". Se rie a cada rato, abraza a cada rato, parece necesitar comprobar todo- tal y como yo necesito tocarlo y saber que es real, que está acá y conmigo-. Creo estar acertada en decir que me quiere.
Y somos felices, y sé que me ama... hasta que no hablamos y no lo encuentro y no atiende el celular y veo fotos que - esta mente loca y retorcida- mezclo con mis inseguridades y termina en dudas ridículas.
En estos momentos desearía ser más segura, ser dueña de las certezas que desmadejarían tanta idea revuelta. Las posibilidades están , es un hecho, pero por suerte, todos los otros hechos están de mi lado!


*Ahora entiendo aquello que decían "prefiero pelear con vos antes que hacer el amor con otra". Cuanta verdad.

1 perdidos:

Café (con tostadas) dijo...

uf

definitivamente la distancia obliga a desarrollar la capacidad de brindar siempre el beneficio de la mejor alternativa posible ante la falta de contacto...

(hasta que haya elementos suficientes para sospechar lo contrario... pero claro, quizás ni llegan, ojalá no lleguen!)

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