Después de largas mañanas de alemán y tardes de trabajo necesito un momento de tranquilidad, un instante para desenchufarme del mundo y "volver al centro".  Ese momento llega cuando vuelvo del trabajo, conecto mi ipod y salgo, con la excusa de pasear al perro, a recorrer la ciudad de noche. El viento en la cara me despabila, la música se hace más intensa en mis oidos y me sumerjo en la tranquilidad de ese no-tiempo.

Y así, de la nada, en mis paseos nocturnos conocí a Fran. Mi vecino.
Primero un reconocimiento, después un saludo, una charla y hoy intercambiamos celulares y arreglamos para hacer varias cosas.
Fran es simpático, tiene cara de buen tipo y una paz que contrasta mucho con el torbellino que pasea.  Vive hace un año a una cuadra de mi casa y nunca lo habia visto hasta que Itaka (su perra) me saltó para jugar. Le gusta Frank Sinatra y el jazz. Se rie y los ojos se le hacen chiquitos. Como sus movimientos, su risa es suave y sin estridencias. Tiene manos grandes y cuadradas. Es simpático y sabe de política, le gusta hablar y caminar. Pero no todo es rosa: Fran pertenece al Aparato Represivo del Estado, la parte legal ...pero aparato al fin. No conoce la trova, no sabe de fernet Menta, no leyó a Cortazar hasta el hartazgo.
De todas formas... la paso bien en los paseos con el vecinito de enfrente!