Me encapriché con una voz. Escucho de nuevo esa canción, aquella que tiene mi antojo, mi capricho de nombre y no puedo dejar de pensar en cuanto de mentira tendrá. Su voz me abraza y está demasiado lejos como para explicar. Es dificil pensar la mentira como cosa de todos, hasta de este Filio que susurra. Va a sonar muy tonto pero algunas voces tienen un color tan cálido que parecen no admitir dudas, como el calorcito del abrazo -que no parece poder fingirse-, la ternura y la fortaleza fundidas en palabras, y a veces, ese dejo de tristeza que siempre me dió ternura facilitando sentir cada silaba, aunque sea un poco.
2 de julio de 2010
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1 perdidos:
y una lágrima se me escapó, así, sin querer, al recordar (yo también) ESA voz (tan dulce, tierna, llena de cariño y quién sabe con cuánto de mentira)...
un suspiro también aparece...
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